Estas obras fueran paralelas a las comenzadas en 1632 en el cuarto bajo del Rey, según planos de Crescenzi.
Dentro de los textos contemporáneos se indicaba que la reina Isabel de Borbón prefería utilizar su cuarto situado en el piso principal frente a este cuarto bajo, por encontrarse el primero más cercano a su oratorio.
En el incendio que destruyó la mayor parte del Alcázar en 1734, el cuarto bajo de la Reina no quedó especialmente afectado.
[2] Como su análogo cuarto bajo del Rey, el cuarto bajo de la Reina tenía dos alturas, una a la altura del piso bajo del Alcázar y otra en el inmediatamente inferior, conocida como las bóvedas de la reina.
El cuarto bajo contaba, al menos con los siguientes espacios: El oratorio se situaba en el interior de la Torre Bahona que ocupaba el ángulo nororiental del Alcázar, fue decorado por Julio César Semín.