Ningún ejército atacó, sabiendo que la victoria requeriría del “elemento sorpresa”, e incluso se le permitió a Shingen que entrara a su fortaleza en Kaizu junto con su gun-bugyō (comisionado de armas), Yamamoto Kansuke.
Ya sea por el informe de espías en Kaizu o exploradores en Saijoyama, Kenshin se enteró de las intenciones y dirigió su ejército hacia la llanura.
Al comienzo del amanecer, los hombres de Shingen se encontraron con el ejército de Kenshin listo para atacar y no en huida como ellos habían anticipado.
Mientras que la formación Kakuyoku aguantó sorpresivamente bien, los comandantes del clan Takeda fueron cayendo uno a uno.
Viendo que su plan de “pinzas” había fallado, Yamamoto Kansuke arremetió contra el ejército principal de Kenshin, herido en este encuentro se retiró a una colina cercana y cometió seppuku.