El niño es bautizado de inmediato pues se teme que muera, y Sara descubre aterrada al volver en sí que le han puesto el nombre profetizado por Reinhart.
A la misma hora nace Victorino Perdomo Rangel, en un hospital público del centro de la capital.
Luego de muchas averiguaciones, los localiza, pero no alcanzan a reunirse los tres en un solo lugar.
Victorino Perdomo muestra desde niño grandes habilidades artísticas, y una vez ingresa a estudiar al seminario (pues su padre no tiene recursos para pagarle un colegio privado), es apoyado por el padre Lajarreta.
Una vez queda en libertad, le es encomendada la misión de asesinar a un reconocido narcotraficante.
En 1983, cuando los tres Victorinos ya han cumplido 20 años, se produce el fatal encuentro.
Victorino Umaña, Juancho Alzate y el pez gordo del narcotráfico acuden al "Banco Coreano" a gestionar un crédito que cubra la pérdida por un embarque de drogas que no llegó a su destino.
Coincidencialmente, ese el mismo banco al que llegan Victorino Perdomo y otros guerrilleros con la intención de robar la caja fuerte, y allí aparece también Victorino Moya a matar al narcotraficante.
Victorino Moya es herido mortalmente, y aunque escapa con vida, muere desangrado mientras trata de llegar a su casa.
Al volver a su apartamento le confirma a Ana María que Juancho Alzate murió en el tiroteo, y le cuenta además que los dos deben huir porque están en bancarrota.
Victorino, desilusionado, saca un arma de fuego y se suicida, en el preciso instante en que Ana María regresa, aparentemente arrepentida de lo que había dicho, pero ya es demasiado tarde para evitar la tragedia.