Llama la atención sus dimensiones (tiene una altura de 4,30 m.) y también por su abigarrada iconografía, que algunos críticos enmarcan en el estilo gótico florido.Gracias a la existencia de copias y fotografías, la cruz se pudo reconstruir, si bien requirió posteriormente otra intervención.En los años previos a su traslado bajo techo permaneció al exterior protegida por una especie de sombrilla metálica.Estas últimas representaciones, no bíblicas, han dado pie a muchas especulaciones.Tuvo muchos seguidores en Durango, principalmente entre las clases humildes y entre las mujeres (que tenían en general una situación muy penosa).La cofradía está organizada en secciones que son regidas por prebostes y coordinadas por el Hermano Mayor.