El cronógrafo es un reloj o aparato que sirve para registrar gráficamente el tiempo transcurrido durante un intervalo determinado.
Louis-Frédéric Perrelet (1781-1854) diseñó en 1827 un reloj con dos segunderos: uno de ellos se podía parar en cualquier momento y, al presionar nuevamente el pulsador, avanzaba hasta el lugar que habría alcanzado si no se lo hubiera parado.
Por último, en 1861, Henri-Ferréol Piguet, que trabajaba para la Maison Nicole & Capt de Londres, realizó el primer cronógrafo moderno.
El funcionamiento usual de un cronógrafo consiste en empezar a contar desde cero al pulsarse el mismo botón que lo detiene.
Además, habitualmente, pueden medirse varios tiempos con el mismo comienzo y distinto final.
Para ello se congela los sucesivos tiempos con un botón distinto, normalmente con el de reinicio, mientras sigue contando en segundo plano hasta que se pulsa el botón de comienzo.