Así mismo, se produjeron diversas protestas y disturbios a mediados del año 2002, debido a la grave crisis económica, y también por una cuestionada ley (la ley Nº1615/2000) que se había promulgado dos años atrás, para privatizar empresas públicas.Según el informe del Ministerio de Hacienda del año 2003, las causas indicaron: condiciones climáticas desfavorables, que afectaron significativamente al sector agrícola en algunos rubros principales como la soja, el algodón y el maíz.En el sector privado las inversiones han sido afectadas por el fracaso de los acuerdos «stand by» con el Fondo Monetario Internacional (FMI) debido a las expectativas negativas que eso generó en los agentes económicos.No solo la economía tuvo una fuerte recesión, sino que el déficit fiscal creció de manera preocupante y las reservas monetarias internacionales cayeron a las más bajas de los últimos años.Entre ellas fueron liquidados la Flota Mercante, Líneas Aéreas Paraguayas, El Ferrocarril y Acepar.[6] En primer lugar planteó una reforma tributaria conocida, como el “triple 10”, reduciendo el impuesto a la renta de las empresas del 30% al 10%, continuando con el IVA a 10% e introduciendo el Impuesto a la renta personal (IRP) del 10%, impuesto este que iba a ser abonado solo por lo que ganacen más de 120 salarios mínimos anuales, es decir, un impuesto que pagarían los que más ganen.[7] Luego, inicia la despolitización del Banco Central del Paraguay[6] y recupera la confianza hacia el sistema financiero, el cual había sufrido la quiebra de varios bancos en el país, años anteriores a su asunción.