[1] La crisis tuvo como causa la disputa sobre la soberanía de las áreas marinas y submarinas, cuyos límites aún están en negociaciones entre las dos naciones.
[3] En 1975, el presidente colombiano Alfonso López Michelsen entregó en Paraguachón, una propuesta al presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, que se conoció como la hipótesis López-Pérez, en la que se refería a dos aspectos la delimitación de las áreas marinas y la explotación conjunta de las áreas submarinas, pero la falta de apoyo del partido opositor venezolano COPEI no permitió llegar a un acuerdo.
Más tarde, ese mismo día, arribaría también la fragata misilística ARV Almirante Brión (F-22), cuyo comandante asumió el comando táctico de las operaciones.
Durante el transcurso del día, la patrullera ARV Libertad se había trasladado a la Base de Punto Fijo, donde fue dotada de sus misiles antibuque Otomat Mk.2 para luego zarpar nuevamente con rumbo a la zona del Archipiélago Los Monjes.
Luego del sobrevuelo de los aviones, la corbeta colombiana fue seguida siempre por una fragata venezolana y una nave patrullera que se alternaban para cumplir esta tarea.
Al mismo tiempo, el gobierno de Venezuela ordenó la mayor movilización militar que hayan realizado sus Fuerzas Armadas.
Entre las unidades navales que se encontraban en la zona, se habían sumado dos fragatas misilísticas venezolanas adicionales, la ARV Mariscal Sucre (F-21) y la ARV General Urdaneta (F-23), además del escuadrón de submarinos venezolanos, compuesto por los submarinos de ataque diésel-eléctricos Tipo 209 ARV Sábalo (S-31) y ARV Caribe (S-32), lo que elevó el número de naves venezolanas presentes en el Golfo de Venezuela a 8 (4 fragatas misilísticas Clase Lupo, 2 submarinos y 2 patrulleras, una cañonera y una misilística).
Ante este descubrimiento, la fragata venezolana ARV Sucre inició la búsqueda del submarino colombiano haciendo uso de su sonar, además de preparar sus torpedos para un eventual ataque, estimando que se trataba del ARC Tayrona.
Ese mismo día, aviones venezolanos F-16 que realizaban patrullaje sobre la zona, detectan y persiguen aviones Mirage 5 de la Fuerza Aérea Colombiana hasta que éstos retornan a su espacio aéreo.
Pero luego de haber permanecido cuatro días continuos en el área, durante la noche del 15 de agosto, la corbeta ARC Caldas se dispuso a abandonar la zona para su reabastecimiento mientras era relevada por la fragata ligera ARC Independiente (FM-54).
En las horas siguientes se incrementaron las acciones hostiles por parte de las embarcaciones venezolanas.
Durante este día arribó también a la zona de conflicto la patrullera misilística venezolana ARV Victoria (PC-16) plenamente armada con sus misiles Otomat Mk.2, proveniente de ejercicios conjuntos con la armada italiana.
Más tarde, durante la noche, el Ejército venezolano iniciaría una movilización masiva hacia la frontera con Colombia, y que incluiría a grandes carros de combate desde el centro del país.