Aunque en un principio el embargo afectaba a Canadá, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos, posteriormente se extendió a Portugal, Rodesia actual Zimbabue y Sudáfrica.El aumento del precio, unido a la gran dependencia que tenía el mundo industrializado del petróleo, provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la actividad económica de los países afectados.Estos países respondieron con una serie de medidas permanentes para frenar su dependencia exterior.[1] Antes del embargo, el Occidente industrializado, sobre todo Estados Unidos, solía disponer de petróleo abundante y barato.Al mismo tiempo, la economía estadounidense mantenía una cuarta parte de la producción industrial mundial, lo cual quiere decir que los trabajadores estadounidenses eran cuatro veces más productivos que la media global, pero a cambio el país consumía cinco veces más energía.Debido a la fuerte dependencia que existía del petróleo procedente de Oriente Medio, los países occidentales se vieron sumidos en una grave crisis económica mientras el precio del petróleo aumentaba.Puesto que en condiciones normales las fluctuaciones en la demanda del petróleo son pequeñas (cuando sube el precio solo se compra un poco menos), los precios tenían que subir drásticamente para conseguir que se redujera notablemente la demanda, y así poder establecer un nuevo nivel de consumo impuesto por la oferta.Como consecuencia, se inició una prolongada recesión y aumentó notablemente la inflación.Los efectos del embargo son claros: se duplicó el precio real del crudo a la entrada de la refinería y se produjeron cortes de suministro.Todo esto aceleró una etapa económica negativa en el mundo occidental que ya había empezado, y llevó a una recesión global durante el año siguiente.A largo plazo, el embargo produjo un cambio en algunas políticas estructurales de Occidente, avanzando hacia una mayor conciencia energética y una política monetaria más restrictiva para combatir mejor la inflación.Debido a que otros miembros de OPEP siguieron su ejemplo, los ingresos del cartel se dispararon.Otros miembros del cártel también comprometieron importantes programas de desarrollo económico.En los países industrializados, especialmente en Estados Unidos, la crisis provocó que las condiciones de vida se volvieran muy adversas para los desempleados, los grupos sociales marginados, algunos trabajadores de mayor edad, y cada vez más, para los trabajadores más jóvenes.En Francia, la crisis del petróleo puso fin al período conocido como Trente Glorieuses, los últimos 30 años de alto crecimiento económico, y comenzaron los años de desempleo permanente.Por otra parte, en Japón había ciudades con una densidad muy alta de población y por tanto con unos transportes públicos muy desarrollados.El precio de la energía continuó aumentando el año siguiente, en consonancia con el debilitamiento del dólar en los mercados mundiales.Esta escasez llevó al racionamiento de la gasolina (que también se produjo en muchos otros países).La norma tradicional, que adelantaba los relojes una hora el último domingo de abril, fue restaurada en 1976.Y así, autos como el Toyota Corolla, y/o el Honda Civic por ejemplo, ganaron mucha popularidad.
Padre e hijo sujetando cartel de cuidado ladrones durante la crisis del petroleo en 1973
Gasolinera cerrada en Estados Unidos debido al
embargo
petrolero.
Cliente de una gasolinera leyendo en un periódico vespertino el sistema de racionamiento junto a un letrero que indica que no hay gasolina (1974).
Las gasolineras de Oregón desplegaron letreros explicando el sistema de banderas en el invierno de 1973-1974.