Crimen de la catana

[1]​ El crimen, que causó conmoción en la sociedad española, fue el primer caso de delito grave en ser juzgado con la nueva ley del menor, aprobada unos meses antes.

Originario de Murcia, el comportamiento del joven era descrito como «reservado» y «educado».

Consumados los asesinatos, puso sendas bolsas en la cabeza a los cadáveres y los trasladó al cuarto de baño.

Reside en Santander, está casado, tiene una hija y trabaja como bróker de bolsa.

Por su parte, el también doctor Barcia Selorio confirma que, pese a padecer epilepsia, habría sido víctima de una mezcla de confusión y arrebato motivada por creencias absurdas y fantasiosas que «habrían desencadenado una conducta desconectada de su personalidad».