Para ello, nombró administrador a Antonio Gutiérrez Martín, también oficial del Ejército, que pasó a la reserva como teniente de Artillería y continuó colaborando con el marqués en la vida civil.
Se encuentra situado a 5 kilómetros de Paradas.
El capataz y su esposa fueron asesinados por golpes con la pieza metálica de una empacadora; Ramón Parrilla, por disparos de escopeta, mientras que Asunción Peralta [cita requerida] y José González, golpeados hasta morir y posteriormente quemados.
Se realizaron dos autopsias a los fallecidos: la primera, de manera inmediata tras los crímenes, y la segunda, ocho años después por el profesor doctor Luis Frontela Carreras[3] que entregó un informe completo al juez el 24 de octubre de 1983.
[4] El crimen prescribió en julio de 1995, 20 años después de los hechos, sin que se llegara a celebrar juicio, dado que no existía ningún sospechoso oficial.