La crónica de Kiev cuenta un período de la historia en el que se tejen infinidad de pequeñas historias, como las historias militares sobre el príncipe Ígor Olégovich, Ígor Sviatoslávich y otros.
También describió los territorios de Nóvgorod, Bulgaria del Volga, Alemania, República Checa, Polonia y Hungría.
Su lenguaje se acerca al lenguaje popular de la época, con algunos elementos del eslavo eclesiástico, usando diálogos, proverbios, enunciados de figuras históricas.
En el vocabulario comúnmente utilizado está muy presente el ámbito militar.
[2][3][4][5] En la lista de Jlébnikov (ru:Хлебниковский список), la construcción de los muros del monasterio - el relato que culmina la Crónica de Kiev - es atribuida al año 6706, mientras que en el Códice de Hipacio o la Crónica Ipátiev se duda entre el año 6707 (cimentación) y el año 6708 (santificación).