Con calma, Ana saca del tocador un vaso de leche medio lleno, lo lleva a la cocina y lo lava.
La madre de Ana, María, entra a la cocina y la reprende por estar despierta tan tarde.
(Más adelante se menciona que los dos hombres habían servido en la División Azul, como voluntarios para luchar junto a los Nazis en la Segunda Guerra Mundial.)
Los flashbacks revelan que María era una madre cálida e imaginativa; Por el contrario, Paulina es severa y condescendiente.
Más tarde, Ana descubre a Roni muriendo y lo acaricia hasta que se queda quieto.
Luego, Ana entra al dormitorio de Paulina y le acaricia el cabello mientras ella duerme en la cama.
Posee un comentario crítico a la etapa final del franquismo y toques surrealistas, muy influenciados por Luis Buñuel e Ingmar Bergman, sus principales inspiraciones.