Los créditos de una obra son precisamente esas mismas menciones o esos mismos textos, y no deben confundirse con las secuencias que sirven para mostrarlos, habitualmente la «secuencia de apertura» o la «secuencia de cierre».
En función del emplazamiento en la película o episodio de la serie, si al principio o al final, a estas secuencias se las llama como corresponde: «secuencia de apertura» o «secuencia de cierre».
Al principio o al final de las obras audiovisuales, los créditos citan miembros del reparto y el equipo implicado en la producción.
Normalmente consisten en una lista de nombres y funciones a pequeño tipo, que pasan rápidamente página a página o bien se deslizan sobre el fondo o una pantalla negra.
[cita requerida] Dos de las primeras grandes producciones que incluyeron créditos de cierre extensivos fueron los blockbusters La vuelta al mundo en ochenta días (1956) y West Side Story (1961).