Con el paso del tiempo, se ha ido innovando el relleno por lo que también se pueden encontrar de jamoncillo, cajeta, piloncillo, jamoncillo de nuez y guayaba.
Corría la década de los 50 en Hermosillo, Sonora, cuando María Ochoa González horneaba pan para regalar a sus vecinas.
Al postre, en forma de tortilla rellena, lo llamaron “Coyota”, que significa hija de india y español.
Se dice que se les llama así debido a que las “coyotitas” eran quienes se encargaban de vender el postre, recorriendo las calles de Hermosillo con canastas llenas del postre.
En la actualidad hay empresas que han mejorado la receta, hay muchas que destacan una de ellas se encuentran en la calle de las coyotas en la colonia Villa de Seris en Hermosillo, donde se mantiene la tradición.