Comenzó como director en el año 2000 con la película Dungeons & Dragons, adaptación al cine del juego de rol de mismo título.
El actor Jeremy Irons fue el escogido para hacer de villano y para asignarle el que sería el peor papel de toda su filmografía.
La película de Solomon no obtuvo gran éxito en taquilla y tuvo críticas muy negativas.
En 2005 produjo la segunda parte de Dungeons & Dragons (Dungeons & Dragons: Wrath of the Dragon God, pero ya no en formato de película de cine sino en formato de telefilme para la televisión) y meses después dirigió Maleficio, donde reunió a Donald Sutherland, Sissy Spacek y a Rachel Hurd-Wood.
La historia contaba los hechos reales que ocurrieron entre 1818 y 1820 en Tennessee sobre la llamada Bruja de Bell.