Lo normal son las familias extensas, que suelen vivir bajo el mismo techo o en un conjunto cerrado de casas.
Las ceremonias varían, pero la familia del muerto suele anunciar un período de duelo en una gran reunión que convoca a familiares y amigos.
En estas reuniones se suele cantar, bailar, pronunciar discursos y llorar durante las primeras horas de la mañana.
Al final del período determinado, por lo general de 40 días, se levanta el duelo con una gran celebración a veces lujosa.
Estos funerales son también una forma importante de mantener contactos personales, sentimentales y profesionales.
El fufu, que recibe otros nombres en diferentes partes del país, suele servirse con una salsa elaborada con tomates o cacahuetes.
Algunas mujeres del medio rural saludan a los hombres chocando sus palmas varias veces y haciendo una leve reverencia.
En casi todas las partes del país los saludos suelen ser más elaborados y animados que las despedidas.
La familia y los amigos íntimos suelen llegar sin anunciarse, pero la costumbre es que los extraños acuerden una cita con antelación.
La gente prefiere el aire libre a los espacios cerrados como marco para el desarrollo de sus actividades sociales.
Si hay niños presentes, deben saludar a los adultos dándoles la mano y tal vez un beso en la mejilla.