Se llaman así porque están unidas solamente a las vértebras dorsales, pero no al esternón.
La mayor parte de las personas, sin embargo, posee dos pares.
[1] Son los huesos que conforman el armazón de la caja torácica.
Las costillas son huesos alargados que se unen por un extremo, de par en par, a las llamadas vértebras torácicas y por el otro extremo al hueso alargado llamado esternón.
En esencia, el tórax lo conforman solo siete de los doce pares disponibles en el cuerpo humano, debido a que solo éstas se unen al esternón formando una cavidad en la que se hallan los pulmones y el corazón.