La costa es presidida por el macizo del Garraf en su parte central, que llega a la orilla del mar, y se suaviza hacia los extremos con playas arenosas y muy abiertas.
Sitges ofrece su perfil más conocido desde las playas urbanas, como las de Aiguadolç, San Sebastián, la Fragata, la Estanyol o Terramar.
La erosión del agua y el viento sobre los materiales calcáreos que lo conforman ha creado un amplio sistema de cuevas.
Las condiciones climáticas han determinado la flora y la fauna del parque, como el águila perdicera o la tortuga mediterránea.
Mar y cultura también son los atractivos principales de Vilanova i la Geltrú.
Posee uno de los principales puertos pesqueros catalanes, un faro que acoge el Museo del Mar y un paseo marítimo con una excelente arquitectura.
Su importancia se extiende más allá de la gastronomía, puesto que las rutas para descubrir las cavas, las viñas y en general todo aquello relacionado con la cultura del vino han dado lugar al llamado enoturismo.