Cortes de Barcelona (1632)

Fueron convocadas por el rey Felipe IV y fueron presididas, por delegación, por el cardenal-infante Fernando de Austria.

En aquella ocasión, el error de la Corona fue intentar aprobar su programa con excesiva prisa.

Esta vez querían dar el tiempo que fuese necesario para decidir.

Los catalanes no estaban de acuerdo con la propuesta, pero un intenso enfrentamiento de Olivares con las ciudades permitió convencer a los diputados.

La investudura tuvo lugar el 18 de mayo de 1632 y Felipe IV y Olivares marcharon inmediatamente a Madrid.