Cortes de Barcelona (1379)

Las Cortes Catalanas fueron convocadas por el rey Pedro IV el Ceremonioso en Barcelona, en 1379-1380, a fin de obtener fondos para luchar en la revuelta de Cerdeña y para intervenir en Sicilia, donde el rey tenía intereses sucesorios.

Se aprobó un anticipo inicial de 50.000 libras para las acciones de defensa más urgentes.

El resto estaba también condicionado a que la expedición se realizase antes de un año, cosa que no sucedió.

A resultados de los consejos dados por la comisión reorganizadora de la Generalidad que se había nombrado en las cortes anteriores, se decidió ahorrar dinero y no nombrar oyentes de cuentas, asignando las funciones de administrador al diputado real.

También se acordó asignar una retribución de 150 florines anuales a cada diputado.