Suele manifestarse por bandas de distinto color en la hierba, especialmente cuando crecen en praderas.
Su tamaño suele ser reducido, de unos decímetros a unos pocos metros.
[1] Cuando los hongos que forman corros de brujas crecen en praderas, su crecimiento crea unas bandas concéntricas de hierba amarilleada en la periferia y mucho más verde en el interior inmediato.
Cuando el micelio muere y se descompone, la hierba aprovecha el exceso de nutrientes liberados.
Los corros de brujas han aparecido en el arte europeo desde al menos, el siglo XVIII.