El Corredor Cantábrico-Mediterráneo[1] es un corredor ferroviario de altas prestaciones que unirá las áreas de la costa cantábrica y el Levante en España.
Esta infraestructura se incluye en las Redes Transeuropeas de Transporte.
Coincide en su extensión con las vías de alta capacidad AP-68 (Bilbao–Zaragoza) y A-23 (Zaragoza–Valencia).
El corredor, al pertenecer a una Red Transeuropea de Transporte, se construye de tal modo que sea compatible con los trenes que recorren Europa completa.
La vía convencional que forma parte del corredor ha de ser ampliamente reformada para cumplir con estos parámetros.