Corona de mirto en Vergina
[2] Lo cual fue teorizado por el arqueólogo griego Manolis Andronikos, quien excavó en 1977 la tumba de Filipo II, padre de Alejandro Magno.[3] Una planta sagrada para la diosa Afrodita, el mirto era un símbolo del amor.[4] Las coronas estaban hechas de lámina de oro, fueron creadas para ser enterradas con los muertos, pero eran demasiado frágiles para usarlas en el atuendo diario.[6] Después de la restauración, hay 80 hojas y 112 flores.La corona principal, de la que brotaron las pequeñas ramitas, consiste en una varilla cilíndrica estrecha, cuyos dos extremos se aplanan al girarlos entre sí.