Copamiento de la ciudad de Garín
Los hechos duraron unos 20 minutos, al cabo de los cuales los guerrilleros huyeron en varios vehículos pero hubo un enfrentamiento al ser interceptados por la policía y murieron un sargento de policía y tres guerrilleros y en los días siguientes una veintena de participantes fue detenida.[1] Previamente algunos militantes relevaron la zona, verificaron si existían radioaficionados en Garín, cuáles eran los horarios de los trenes, cuándo arribaba el camión del correo, etc.Se estima que en esa época las FAR contaban con algo más de 50 militantes efectivamente armados, más otros 30 convencidos a emprender el mismo camino y unos 50 simpatizantes dispuestos a prestarles una casa, darles ayuda médica u otras acciones colaterales.[1] Según el relato realizado años después por uno de los dirigentes de las FAR que estuvo en el operativo, entre sus participantes se encontraban: Carlos Olmedo[7][8], que dirigía y coordinaba desde fuera del campo de operaciones; Juan Julio Roqué, que hizo el diseño militar de la operación; Juan Pablo Maestre, que dirigió el comando ubicado en la Avenida Belgrano para que no salieran vehículos del pueblo; Francisco Urondo[9][10] y Roberto Quieto[11][12] que dirigían distintos comandos; y también María Angélica Sabelli[13][14], Alberto Miguel Camps[15][16], Marcos Osatinsky[17][18] y Marcelo Aburnio Verd[19][20][1].[1] Al mismo tiempo un grupo vigilaba la estación del Ferrocarril Mitre; mientras lo hacían, una de las parejas ingresó a la oficina del jefe de la estación y luego de enviar un telegrama el grupo se fue del lugar considerando que no era necesario tomar la estación.[1] A la comisaría de Garín concurrió un supuesto médico, con una tarjeta identificatoria que decía “Dr.Cuando el policía iba a hacerlo, la mujer sacó de entre sus ropas una ametralladora y el hombre exhibió su arma; redujeron también al otro policía que estaba en la comisaría, los dejaron inmovilizados, robaron las armas y los uniformes policiales que se encontraban en el lugar y pintaron la consigna “Libres o muertos.[1] A la sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires ubicada a pocas cuadras de allí la comisaría, llegaron en una camioneta amarilla un hombre y una mujer -vestida con minifalda y botas negras- que se aproximaron al cabo 1.° Fernando Sulling, de guardia en la puerta, quien sacó un arma sospechando un asalto pero la mujer disparó la ametralladora que portaba y lo hirió en el estómago.Junto con otra pareja que se aproximó ingresaron al banco cargando al policía y se unieron a los otros cuatro integrantes del comando.En el banco, mientras algunos pintaron consignas, otros se apoderaron del dinero disponible en las cajas pero no podían ingresar al tesoro principal porque la llave indispensable no estaba en poder del gerente sino en la comisaría, por lo que fueron a buscarla pero al regresar con ella al banco, antes de usarla recibieron la orden de retirarse de inmediato.