La disputan los dos primeros de cada grupo de la primera fase, y se juega en Tortosa.
El campeón se clasifica para la Copa Ronchetti 1986-87.
Además cabe señalar que el presidente del Canoe, Juan Tamames, se quejó a la organización tras las semifinales de que el soporte de las canastas no estaba a la altura reglamentaria.
Incluso llegó a amenazar con que su equipo no se presentaría a la final si no se subsanaba esta situación.
Se cuenta en la crónica de Carlos Gallen en el Mundo Deportivo del 30 de diciembre de 1985 que "un retén estuvo trabajando hasta las cuatro de la madrugada para dejar las canastas a punto".