La decimoctava edición de la Copa de Europa de Baloncesto fue ganada por el equipo italiano del Ignis Varese, que lograba así su cuarto título, derrotando en la final al vigente campeón, el Real Madrid español, repitiéndose la final del año anterior.
Esta se disputó en Amberes, y el conjunto italiano contó con la baja de uno de sus mejores hombres, Dino Meneghin, que se había fracturado la muñeca una semana antes.
A pesar de eso, el equipo dirigido por Sandro Gamba fue netamente superior.
[1] *El Partizani Tirana se retiró antes del partido de ida, por lo que el Balkan Botevgrad fue dado como ganador de la eliminatoria.
A consecuencia de ello, todos los partidos programados del equipo soviético les fueron dados por perdidos (2–0), aunque no contabilizaron en la clasificación final.