Dicha intervención comenzó a acelerar la intención del gobierno departamental de disolver dicho ente, entregándole la gestión de la misma a sus empleados.
La flota heredada por su predecesora estaba compuesta por setenta y dos trolebuses Ansaldo San Giorgio, traídos directamente desde Italia en el año 1963.
Para 1988 se anuncia la adquisición de trolebuses de origen soviéticos con el aval del Banco República, negocio que se concretaría en una visita del presidente Julio María Sanguinetti en una gira a la Unión Soviética - que obviamente no se concretó.
Es así que sobre las 22 horas, arriba el último coche a la Estación Buceo, el coche 44, lleno de entusiastas del transporte y con la bajada de los trolebuses de dicho coche se cerró una época para Montevideo y para el transporte eléctrico en sí.
En la actualidad, instituciones dedicadas a la preservación de la historia del transporte, como la Asociación Montevideana de Entusiastas del Transporte (AMDET) y el Equipo Recopilador Histórico del Transporte (Erhitran) son quienes están abocadas a reconstruir, conservar y exponer la historia de los trolebuses.