Convento del Espíritu Santo (Madrid)

Fue fundado en 1594 por el Caballero de Gracia y se trasladó a su ubicación definitiva en 1599, hasta que fue demolido en 1842, tras ser desamortizado.

Fue fundado en 1594 bajo la advocación de San José por el beato Francisco Caraciolo y el padre José Imperato, sobre una casa que para tal efecto les dejó el famoso Jacobo Trenci, apodado el Caballero de Gracia.

En lo alto del cuerpo central, destacaba un medallón de mármol que representaba a Cristo resucitado.

Así estuvo durante más de una década hasta que en 1834 la reina regente María Cristina ordenó que se habilitara la iglesia del convento para acoger la reunión de las Cortes Generales.

No obstante, en 1837, cuando los progresistas accedieron al poder, entendieron que aquel viejo edificio no era el adecuado para acoger a la cámara popular, por lo que en las Cortes constituyentes de aquel año decidieron la construcción de uno nuevo sobre el solar del antiguo convento.