Jacobo de Grattis

Adquirió y explotó varias fincas en las inmediaciones de la calle del Clavel, creando una vía que luego tomó su nombre, y en la que se conserva, reformado, el oratorio donde fue enterrado, a espaldas de la Gran Vía.Nacido en Módena, Jacobo pasó su juventud entre Florencia y Bolonia, relacionándose con la nobleza de la época.Acompañó a Juan Bautista Castaneo (o Castañer) en su nunciatura en la corte de Felipe II.[4]​ También fundó, en 1609,[5]​ la Congregación de Indignos Esclavos del Santísimo Sacramento —a la que perteneció Cervantes—, institución que más tarde, en 1654, construyó el oratorio público en el que —finalmente trasladado allí— se halla enterrado el seductor arrepentido «Jácome de Grattis», quien, según Mesonero Romanos y otros cronistas posteriores, falleció en 1619 a la improbable edad de 102 años.[9]​ Ya en 1623 se había dado este mismo acto, cuando San Simón de Rojas, sucesor del Caballero de Gracia, promovió el proceso, pero, por causas no conocidas, la documentación se perdió y no llegó a Roma.
Retrato de Jacobo de Gracia representado en el callejero madrileño del ceramista Ruiz de Luna .
«Jacobus Gratius secretarius». Firma de Jacobo de Grattis, Caballero de Gracia