Exclaustrado con la Desamortización, se halla abandonado y en estado de ruina completa.
[1][2] Aceptado el ofrecimiento por la Orden Franciscana se firmó entre las partes la correspondiente escritura de cesión (1587): «Comenzaron las obras y con tanta celeridad que en marzo del mismo año ya tomó posesión de la parte habitable el superior de este convento Fray Bernardino de Carrascosa y cuatro religiosos más».
[2] El convento se fundó en la huerta de Moya, margen derecha del río Ojos:
El monasterio disponía de una casa-convento, habilitada para dos docenas de religiosos (situada en posición meridional), con una iglesia conventual (al norte), una zona de huerta (al levante), que se extendía hacia el río Ojos y otras dependencias, entre ellas una bodega excavada en la roca del monte con la entrada en arco ojival.
Un calzada, que atravesaba el río Ojos por un puente, unía el convento con la antigua población de Moya, ascendiendo por la ladera noroeste del cerro y atravesando la muralla septentrional por la denominada «Puerta Falsa».