Estos frailes se instalaron en el Hospital de los Italianos.
[1] En 1612 se puso la primera piedra del nuevo edificio.
Los reyes asistieron a la dedicación de la iglesia del convento.
En ese momento la iglesia hizo funciones de capilla real y las dependencias del convento sirvieron para albergar a la corte, motivo por el cual los frailes capuchinos tuvieron que trasladarse a vivir a otros conventos.
Hacia 1786 se fabricaría un nuevo altar mayor para la iglesia.