El convento jurídico cluniense (en latín, Conventus iuridicus Cluniensis) fue una división administrativa de la provincia romana Tarraconense creada en los primeros años del Imperio, posiblemente entre los años 16 y 13 a. C. por el emperador Augusto y se encuentra citada por Plinio en su Historia natural[1] La capital del convento fue la ciudad de Clunia, ciudad de origen arévaco, municipio creado por Tiberio y transformada posteriormente, bajo Vespasiano, en la colonia Clunia Sulpicia.Dentro de su territorio quedaban integrados los pueblos prerromanos[2] de los autrigones, cántabros, caristios, turmogos y várdulos, situados en la Cordillera Cantábrica y en los valles al norte de ella, mientras que las llanuras de la submeseta norte correspondían a arévacos, pelendones y vacceos.El Conventus Cluniensis[3] limitaba al oeste con el Conventus Asturum y con el convento jurídico emeritense de la provincia Lusitania; al este con el Caesaraugustanus y al sur con el Carthaginensis.Después de la reforma administrativa de Diocleciano el convento cluniense siguió formando parte de la provincia Tarraconense.