[1] Así mismo, en el ámbito exterior, la posición ambigua de Moldavia –que oscila entre el acercamiento a Rusia y la orientación prooccidental– ha perjudicado la percepción del país como un socio fiable.
[1] Dos cuestiones territoriales, las de Transnistria y Gagaúzia, se han convertido ya en desafíos considerados determinantes sobre el futuro político moldavo.
Transnistria es un territorio separatista que ha sido proclamado como independiente de Moldavia en 1990 y dos años después fue sacudido por una guerra.
[7] Por otra parte, en 2014, una serie de conflictos a nivel diplomático entre Rusia y Moldavia enfrentan ambos Estados tras la intervención rusa en Ucrania.
La pugna entre Rusia y la Unión Europea por afirmar su influencia en el espacio postsoviético y las turbulencias de Ucrania se notaron en la vecina Moldavia a la vez que sucedía la crisis de Crimea.