Se trataría en definitiva de introducir en la ficción una cualidad apuntalada por su autor: la «musicalización».
Los protagonistas eje de la novela son tres: Maurice Spandrell, Philip Quarles y Mark Rampion.
Un ejemplo es el retrato de la familia Bidlake: John, el pintor hedonísta e irónico; su hijo Walter, explotado en lo laboral por Burlap (un sexópata que presume de cristiano y místico) y en lo emocional por Lucy Tantamount (una femme fatale, que sólo piensa en el placer por el placer) y Elinor, quien es esposa de Philip y lo ama, pero tiene un pequeño romance con Everard Webley, político carismático pero con pocas ideas.
Spandrell, Quarles y Rampion son como tres facetas que se contraponen estando unidas por el pequeño universo social que integran y por el único gran acontecimiento en la obra, el asesinato de Webley.
Maurice Spandrell ejecuta el plan, y Elinor cae en desgracia por la muerte de su hijo, lo que considera un castigo por haber engañado a Philip.