Los danzantes colocados en fila y cogidos de las manos van dibujando unas figuras a medida que van girando en la plaza donde se ejecuta, acabando en el mismo lugar que al principio cuando concluye la música.
Los músicos se colocan a un lado tocando la tradicional melodía del contrapaso.
La coreografía, ejecutada tradicionalmente solo por hombres, requería la presencia de un capdanser, un danzante que al mismo tiempo dirigía el contrapaso.
[2] El grupo musical de acompañamiento es reducido, con cuatro instrumentos (gaita, flabiol, gralla y tamboril).
[3] Algunos de los lugares donde se baila actualmente No se debe confundir con el contrapás vasco, un género del repertorio de los chistularis que tiene un ritmo diferente y no tiene sentido religioso como el caso del catalán.