Destaca por su corta medida y se maneja con una sola mano, la izquierda.
El que toca el flabiol se llama flabiolista o flabiolaire; la otra mano se utiliza para hacer sonar su percusión que acostumbra a ser un timbal, bombo o tamboril.
Su zona geográfica tradicional se extendería desde el sur de España hasta el Rosellón, y desde la Franja Oriental de Aragón hasta las islas Baleares, donde se utiliza también como instrumento solista con melodías propias.
En Cataluña se considera un instrumento transpositor y cuando un flabioler lee la partitura es una 11a.
Al ser un instrumento tradicional, el flabiol ha de estar construido artesanalmente por un luthier.