La contaminación térmica se produce cuando un proceso altera la temperatura del medio de forma indeseada o perjudicial.
Por ejemplo: un aumento en la temperatura del agua reduce la solubilidad de oxígeno en ella, además un aumento en el metabolismo de los animales acuáticos que los lleva a consumir más alimento reduciendo los recursos del ecosistema.
Las centrales térmicas necesitan refrigeración ya que no convierten toda la energía química en electricidad (solo entre un 20-60 %) y el resto en calor.
El agua es un buen medio para disipar el calor, es accesible y tiene una gran inercia térmica.
Es el deterioro de la calidad del aire o del agua ambiental, ya sea por incremento o descenso de la temperatura, afectando en forma negativa a los seres vivientes y al ambiente.