Gas natural licuado

Se utiliza para monetizar reservas remotas y aisladas, donde no es económico llevar el gas al mercado directamente ya sea por gasoducto o por generación de electricidad.

[1]​ Se consideran los siguientes aspectos generales: 1) Logística Como hemos mencionado, para transportar el gas en grandes distancias resulta más económico usar buques.

El gas licuado del buque metanero se encuentra congelado a -169 grados aproximadamente.

Sin embargo, la tendencia natural del GNL en el buque a calentarse y aumentar la presión se compensa purgándolo.

El primer uso de GNL fue para recuperar helio del gas natural.

En el pasado, el gas natural se consideraba un subproducto sin valor asociado con la extracción petróleo crudo, hasta que en 1920 se hizo evidente que era una valiosa fuente de combustibles como el propano y el butano.

Para convertir el gas natural en líquido, se enfría el gas tratado hasta aproximadamente -161 °C, que es la temperatura a la cual el metano —su componente principal— se convierte a forma líquida.

El GNL se transporta a presión atmosférica en buques especialmente construidos con casco doble.

El gas evaporado se utiliza para impulsar los motores del buque.

Posteriormente, el gas se distribuye a los usuarios mediante un gasoducto convencional.

Los riesgos más altos son su baja temperatura (criogénica) y su combustibilidad.

[3]​ Además, el gas natural posibilita que durante el proceso de licuefacción impurezas como el agua, hidrocarburos pesados y otras partículas sean eliminados reduciendo con ello el impacto sobre el medio ambiente.

Otro proyecto de GNL es el del Consorcio Perú LNG conformado por Hunt Oil, SK Energy, Shell y Marubeni Corporation en Pampa Melchorita en Ica-Perú, inaugurado en 2010 por el propio presidente Alan García.

No se puede decir cuántos de estos proyectos se harán realidad en el futuro inmediato, pero la demanda de combustibles limpios y económicos estimulará sin duda su ejecución.