Si esta reemisión es rápida (en menos de unos 10–8 s), el fenómeno se conoce como fluorescencia.
Los centelleadores atrajeron más atención en 1944, cuando Curran y Baker reemplazaron la medición a simple vista con el PMT recientemente desarrollado.
Éste está basado en una propiedad denominada emisión de luz visible, más conocida como luminiscencia.
Dicha propiedad se da cuando son expuestas a radiación ionizante estas sustancias.
La excitación molecular producida da origen a una desexcitación rápida conocida como fluorescencia o centelleo.
Al producirse la incidencia del fotón o partícula cargada en un medio material se crea el fenómeno de luminiscencia.
El impulso eléctrico guarda la proporcionalidad con la radiación incidente cuando esta cede toda su energía al centelleador.