La historia del constitucionalismo español es reflejo directo de las convulsiones políticas españolas de los siglos XIX y XX, mostrando las tensiones sociales y políticas que existieron en el país.Napoleón hace abdicar a padre e hijo en favor de su hermano José Bonaparte.Nació en un contexto complejo, dictado fuera del territorio nacional y con un marcado carácter afrancesado, apadrinado por los liberales moderados.Se abre con la definición confesional del Estado, para tratar después todo lo referente a la Corona y, en títulos posteriores, aborda el entramado institucional, finalizando con un desordenado reconocimiento de determinados derechos y libertades.Aun así, debido al contexto histórico, este diseño no pudo desarrollarse.La importancia se observa en su ubicación (tras la religión) y que le dedica 4 de los 13 títulos.Órgano que agrupaba funciones diseminadas del Antiguo Régimen y acaba con la polisinodía en la que se confundían funciones de orden normativo con otras ejecutivas y judiciales.No deben confundirse sus funciones con las del actual Consejo de Estado, meramente consultivo.Se configuraba como independiente, aunque el rey nombraba a todos los jueces.Aun así, la Constitución tendrá un carácter de compromiso entre las opciones liberales y absolutistas.El proceso de elección se regulaba con todo detalle, mediante sufragio indirecto en cuatro grados: la primera elección era casi universal (varones mayores de edad) para luego ir restringiéndose conforme avanza hacia un sufragio censitario pasivo.Además, había una Diputación Permanente que velaba por los poderes de la Cámara cuando esta no estaba reunida.Ejercía la potestad legislativa junto con el rey, ya que la iniciativa se atribuía a éste y al diputado individual.La figura del Rey se regulaba como un órgano constitucional que tenía poderes limitados (poder constituido) en la medida que compartía el poder político con otras instituciones (sobre todo, las Cortes).Se configuraba este presidente como un primus inter pares que dirigía las sesiones cuando no estuviera presente la figura del rey.Se reconocía la integración del Estado en comarcas y provincias con cierta descentralización incipiente de carácter administrativo.Durante la enfermedad del monarca y ante las pretensiones carlistas, la Corona se alía con los liberales concediendo una amplia amnistía e inicia un reformismo moderado que topa con la oposición carlista (en parte por motivos socioeconómicos y la cuestión foral).Tiene reminiscencias del Antiguo Régimen: los Próceres son aristócratas sociales divididos entre los Grandes de España y los elegidos por el rey.Eran cargos vitalicios, de número indeterminado, garantizándose con ello las mayorías suficientes a la monarquía.Sin embargo, ante la evidente imposibilidad política de restablecer la Constitución de 1812, los progresistas decidieron reformarla en un nuevo texto que fuese asimilable tanto para los progresistas como para los moderados, siendo el primer intento serio del constitucionalismo español en establecer una Constitución consensuada, en un momento álgido de la guerra civil para así mostrar, tanto interna como externamente -muchos países no olvidaban el caos europeo que supuso el restablecimiento de la norma gaditana- un frente liberal unido frente al carlismo.Por tanto, el texto resultante no fue una simple reforma del anterior -aunque fue la única Constitución española surgida del procedimiento de reforma estipulado en la anterior Constitución-, sino que establecieron cambios muy importantes: -El Senado, de nombramiento real y carácter vitalicio.Aprovechando este contexto y tras lograr firmar un nuevo concordato, en 1852 el entonces presidente del Consejo de Ministros y moderado ultramontano Juan Bravo Murillo, elaboró un proyecto constitucional en 1852 cuyo objetivo era volver a una normativa más acorde al Antiguo Régimen o a un sistema basado en una Carta otorgada similar al derogado Estatuto Real de 1834, con la intención de atraerse a los sectores más proclives al carlismo.Esta constitución non nata surgía como producto del Bienio progresista iniciado en 1854, que acabó con la Década moderada.También se reconocía ampliamente los derechos políticos e instalaba, por primera vez en España, un régimen de tolerancia religiosa.Se continuó manteniendo el sufragio directo censitario, aunque el Senado volvería a ser electivo.Ante esta situación, el futuro Alfonso XII, desde Inglaterra, se dirigió a los españoles a través del conocido como Manifiesto de Sandhurst, ofreciéndose para gobernar bajo la fórmula de monarquía liberal.El proyecto rompía con toda la historia del constitucionalismo español y no satisfizo a nadie, ni siquiera al dictador, debido a los amplios poderes que concedía al rey en detrimento del jefe del gobierno, por lo que no llegó a discutirse en el Pleno de la Asamblea Nacional Consultiva y nunca entró en vigor.Finalmente, la Ley para la Reforma Política de 1977 fue el instrumento jurídico que permitió articular la Transición española.La constitución de 1978 es la única refrendada y aprobada por el pueblo español mediante referéndum.