Es una monarquía constitucional y el soberano es el rey del Reino Unido, representado en Canadá por un gobernador general.
A través de decisiones judiciales, la constitución incluye principios constitucionales implícitos.
El acta renombró Canadá como «Provincia de Quebec» y redefinió sus fronteras estableciendo un gobierno colonial británico.
Esta extendió las fronteras y adoptó el código penal británico, entre otras cosas.
[2] Dicho estatuto dio a todos los territorios del país autoridad legislativa equitativa con el Reino Unido.
En años recientes, esta acta sirvió como base cuando fue analizada la división de poderes entre las provincias y el gobierno federal.
Más adelante, la primera parte del acta es conocida como el Capítulo canadiense sobre derechos y libertades, el cual determina claramente los derechos de los ciudadanos canadienses, tales como la libertad de expresión, la religión y el libre desplazamiento.
Como se anotó arriba, este corresponde a la primera parte del Acta constitucional de 1982.
Ésta abarca todo el sistema global de reglamentos y principios que gobiernan la autoridad del ejercicio constitucional.
Particularmente, estos serían asuntos tales como órdenes de consejo que dan al gobierno la autoridad de declarar la guerra, concluir tratados internacionales, expedir pasaportes, hacer citas, elaborar regulaciones e incorporar y recibir tierras.
[4] Otros principios incluyen las responsabilidades de gobierno, la independencia judicial y los derechos.