[2] Ambos consejos tenían sus antecedentes en un "consejo de sabios" (consilium sapientes) que el patriciado veneciano había situado junto al dux para asesorarle, pero también para recortarle su independencia y autoridad.
[3][4] De hecho, los primeros consejeros ducales conocidos (consiglieri ducali) fueron elegidos junto al dux Pietro Barbolano en 1032, para evitar que se repitieran las tendencias monárquicas de sus predecesores.
[1] De hecho, la relación entre ambos era tan estrecha que, con frecuencia, las fuentes casi los confunden.
[1] El dux dependía del asentimiento de, al menos, cuatro consejeros ducales para que sus decisiones tuvieran fuerza, y no podía abrir despachos si no era en su presencia, mientras que, a la inversa, el Consejo Menor no necesitaba la presencia del Dux para actuar.
[1] Además, incluso los consejeros ducales, individualmente, tenían derecho a convocar el Gran Consejo.
[8] Hasta 1446, el Consejo Menor también tenía la responsabilidad de interpretar la ley.