El Congreso Judío Mundial (CJM) (en inglés: World Jewish Congress) es una de las mayores organizaciones judías del mundo.
Su órgano rector es la Asamblea Plenaria, que se reúne cada cuatro años y elige a los dirigentes voluntarios (Comité Ejecutivo) del CJM.
Los 400 delegados de la Asamblea Plenaria también eligieron a las siguientes personas como vicepresidentes del Congreso Judío Mundial: Yaakov Bleich (Ucrania), Helena Glaser (Israel), Robert Goot (Australia), Florence Kaufmann (Gran Bretaña), Charlotte Knobloch (Alemania), Tomas Kraus (República Checa), Tamar Shchory (Israel), Marc Schneier (EE. UU.
Liderado por el sionista ruso Leo Motzkin, el Comité des Délégations Juives congregaba delegaciones de Palestina, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Ucrania, Polonia, Galicia oriental, Rumania, Transilvania, Bukovina, Checoslovaquia, Italia, Yugoslavia, y Grecia, financiado principalmente por la Organización Sionista Mundial.
[22][23] En un manifiesto, los delegados instaban al pueblo judío a unirse como única medida eficaz de evitar el peligro.
Según la declaración, los judíos debían confiar en su propio poder con la ayuda de los segmentos ilustrados del mundo que aún no habían sido saturados por el pernicioso antisemitismo.
[36][37] Bajo los auspicios del CJM, se crearon 18 comités en Estados Unidos compuestos por representantes exiliados de las diferentes comunidades judías europeas sometidas al régimen nazi.
[55][56][57][58] El 21 de septiembre de 1946, Papa Pío XII recibió en una audiencia al secretario general del CJM Leon Kubowitzki, quien relató al Papa las "grandes pérdidas" sufridas por los judíos durante la guerra y expresó gratitud por lo que había hecho la Iglesia para ayudar a "nuestro pueblo perseguido".
Kubowitzki sugirió una encíclica papal sobre la actitud de la Iglesia católica hacia los judíos y una condena al antisemitismo.
[61] En 1947, aproximadamente 30.000 personas asistieron a la inauguración de la Conferencia latinoamericana del Congreso Judío Mundial en el Luna Park en Buenos Aires, Argentina.
En protestas ante Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, el CJM detalló los reclamos judíos a Alemania, tanto morales como materiales.
En 1951, Nahum Goldmann, a pedido del gobierno israelí, creó la Conferencia de reclamos materiales judíos contra Alemania (conocida en inglés como la Claims Conference).
"Se han cometido crímenes indescriptibles en nombre del pueblo alemán, que exigen una indemnización moral y material […].
[67] En 1952, el Congreso Judío Mundial intimó al gobierno austriaco a intensificar los esfuerzos para restituir las propiedades judías sin herederos.
Durante la Guerra Fría, se sospechó que los judíos soviéticos eran traidores, simpatizante de occidente, y un riesgo para la seguridad.
Como resultado de la persecución, tanto por parte del estado como no oficial, el antisemitismo se arraigó profundamente en la sociedad y perduró muchos años.
Muchas veces los judíos padecieron dificultades, tipificadas por la prohibición de inscribirse en universidades, trabajar en ciertas profesiones, o participar en el gobierno.
[76] En 1989, las organizaciones judías soviéticas recibieron permiso de las autoridades para incorporarse al Congreso Judío Mundial,[77] y dos años después en Jerusalén, varios delegados de la Unión Soviética elegidos directamente la representaron oficialmente por primera vez en una Asamblea Plenaria del Congreso Judío Mundial.
Con el avance del nacionalismo árabe, especialmente durante la década de 1950, estos esfuerzos se complicaron cada vez más.
Durante las décadas de 1960 y 1970, el CJM también organizó una campaña para poner fin al boicot árabe a Israel.
Sin embargo, las Carmelitas no se trasladaron, y un año después erigieron una gran cruz de una misa a la que había asistido el Papa Juan Pablo II cerca del emplazamiento en 1979.
El Congreso Judío Mundial instó enérgicamente a la Santa Sede a tomar medidas contra la presencia del convento diciendo que Juan Pablo II debería “ejercer su autoridad” y ordenar el pronto traslado del convento y la cruz.
Posteriormente se nombró a Eizenstat enviado especial del gobierno de Estados Unidos para asuntos relacionados con el Holocausto.
La vicepresidenta del CJM Charlotte Knobloch calificó el juzgado de “estrafalario” y dijo que arrojaba una luz incriminatoria sobre la causa legal.
El Presidente del CJM Ronald S. Lauder dijo en 2011: "Nunca debe haber impunidad o cierre para quienes participaron en asesinatos masivos y genocidio, independientemente de su edad”.
Declaró Lauder: “Aunque tardíamente, se ha hecho justicia, y los familiares de quienes fueron brutalmente asesinados en Sobibor ciertamente recibirán con beneplácito este veredicto”.
Ese mismo año, el presidente del CJM Ronald Lauder también visitó al monarca saudita en Nueva York.
[194] En dicha oportunidad, Schneier declaró: “Esperamos haber dado el puntapié inicial de un movimiento que se difundirá por toda Europa.
Lo que el mundo vio hace 18 años en Buenos Aires lo puede ver aún hoy, en Siria, Líbano u otros lugares”.
Ahmadineyad “no tiene nada que hacer” en los Juegos Olímpicos de Londres, dijo, según citó el Jewish Chronicle, un portavoz del Congreso Judío Mundial.