Se puede considerar como precedente una primera reunión bajo la presidencia de Felipe González en 1990.
Es un órgano de cooperación habitual en los Estados políticamente descentralizados.
Estas reuniones de máximo nivel político, con similares denominaciones, se celebran también en países como Alemania, Austria, Suiza, Italia y Canadá.
En casi todos estos países la Conferencia de Presidentes se encuentra tan institucionalizada, bien mediante acuerdos que regulan aspectos relativos al funcionamiento y contenidos de las reuniones (caso de Suiza e Italia), o bien mediante el reconocimiento de una práctica política habitual, que es inherente ya al propio funcionamiento cooperativo del Estado (Alemania, Austria o Canadá).
La Conferencia de Presidentes, en sus primeras ediciones, se celebró con una periodicidad irregular, y siempre a propuesta del Gobierno de la Nación.