Eck, un defensor de la doctrina católica y fraile dominico muy respetado, había retado a Karlstadt, un teólogo, a un debate público sobre el libre albedrío y la gracia.
Asimismo condenó la venta de indulgencias a los laicos para reducir su tiempo en el purgatorio, así como la falta de mención del purgatorio en la Biblia.
Le amenazó con excomulgarlo de la Iglesia católica, en junio de 1520, con la bula papal Exsurge Domine que le prohibía predicar y escribir.
Esto causó oposición a la bula, especialmente en el noroeste de Alemania, donde abundaban las creencias luteranas.
La facultad en París dio un veredicto negativo sobre los escritos de Lutero en 1521, pero no hizo referencia directa al debate en Leipzig en sí.