[2] Ella impulsó la construcción de varios edificios para la Iglesia.
Erigió la Basílica del Santísimo Sacramento,[3] en un terreno de Buenos Aires, donado por ella, donó el altar de mármol del Señor del Milagro en la Catedral de Salta y parte de las instalaciones del Seminario Conciliar de Buenos Aires, inaugurado en 1897, en compañía del Arzobispo Uladislao Castellano y del presidente José Evaristo Uriburu.
Ella ejerció la beneficencia y dio becas a jóvenes del interior, que eran aptos para ser admitidos por el Colegio Pío Latino en Roma.
Por tales fue la primera mujer argentina a la que la Santa Sede le otorgó el título nobiliario pontificio de Marquesa Pontificia y además la condecoró como Dama de la Rosa de Oro.
[7] El regalo de matrimonio que le dio a su hija Josefina Anchorena fue un palacio de construido en 1886 por el arquitecto Ernesto Bunge, luego sede del Museo de Arte Español Enrique Larreta.