Tierras que constituyen el entorno del Parque Nacional de Doñana.
El comercio y producción del vino se mantuvo en la Edad Media.
[3] La zona estuvo poblada, entre otras civilizaciones, por tartésicos, visigodos y musulmanes.
Casi todo el valle del Guadalquivir fue reconquistado por Fernando III y por su hijo, Alfonso X.
En 1268 Alfonso X dio a Ruy Sánchez parte del municipio onubense de Chucena, con «todo el heredamiento de tierras para pan e viñas e olivar».
Dado el trabajo excesivo encomendado, se le conceden a Romero nuevos plazos y la autorización para que las tierras pudieran ser cultivadas por colonos.
Durante todo el siglo XIV, los pueblos de la comarca aumentan su importancia tanto social como económica.
No obstante, la cercanía de la ciudad hispalense a otras zonas prósperas y portuarias provocó que el monopolio a veces fuera esquivado para cargar telas, vinos y otros productos del campo en otros emplazamientos, sobre todo gaditanos y onubenses.
[5] En esa misma flota viajaba hacia La Española el que sería gobernador, Nicolás de Ovando.
[5] Durante los siglos XVI y XVII el pueblo vinícola más importante de la comarca fue La Palma del Condado y, en consecuencia, sus vinos fueron muy exportados a América.
[8] No obstante, los franceses replantaron sus viñas y los viticultores onubenses habían ido vendiendo sus bodegas de añejas soleras a los productores del marco de Jerez.
Además, la filoxera empezó a hacer estragos en el campo de Huelva.
Muchas viñas fueron abandonadas o las parcelas fueron destinadas a otros cultivos y la enorme industria tonelera disminuyó igualmente, quedando como un sector económico residual.
[12] La zalema es la vitis vinífera que predomina en los viñedos de la zona, con un 86% del total plantado.