Concilio de Fráncfort

En este concilio la iglesia condenó la herejía adopcionista y revocó los decretos sobre los iconos sagrados que se habían establecido en el año 787 en el Concilio de Nicea.Los primeros cinco puntos de este «programa» se consideran de mucha importancia histórica: Los cincuenta y un capítulos que siguen a los cinco primeros tratan también, entre otras cosas, de los decretos sinodales para varios obispos españoles sobre diversos temas, desde la prohibición de recaudar dinero para la entrada a los monasterios y otras decisiones relativas al derecho eclesiástico, hasta minutiæ sobre regulaciones fiscales sobre la recaudación del diezmo.Consideraba esta distinción como ortodoxa e intentaba fundarla en ciertos textos de la liturgia mozárabe.Elipando encontró apoyo en Félix de Urgel, geográficamente muy cercano a la frontera franca.La reacción de Carlomagno fue rápida y radical: Félix debía retractarse en un sínodo en Ratisbona en 792.Los obispos de Lyon y Narbona hacen un viaje en 798 a esa zona fronteriza, predicando contra la herejía adopcionista.Con todo, Carlomagno lo apresó y le envió a Lyon, donde moriría en 818.
Prueba documental de Fráncfort como Franconofurd en el año 794.