Conchita Sáenz

Conchita fue una excelente actriz de soporte que supo sacarle jugo a cada papel por pequeño que fuera, al grado de robar cámara a la misma protagonista, en un duelo de actuación.

Su enorme fuerza y natural presencia se vio reflejada en cada película que le tocó trabajar.

Una consejera y cómplice que le ayudaba a sortear mil ocurrencias.

De antología fue la escena en que la Nana Nicanora toma los pétalos de Bugambilia y los esparce sobre la tina para que su niña Amalia tome su baño.

Conchita Sáenz tuvo la oportunidad de alternar con figuras de la talla de Dolores del Río, Fernando Soler, Julio Villarreal, Alberto Galán, Joaquín Pardavé, Pedro Armendáriz, Adriana Lamar, entre muchos más a lo largo de una vasta trayectoria en el cine mexicano.