Eudes pudo haber pactado con Hoel, Conde de Nantes, para dividir Bretaña entre ellos.
Al año siguiente, Conan IV detuvo y encarceló a Eudes, reclamándole el ducado.
En 1158, Geoffrey de Anjou, falleció y Conan ocupó Nantes, reunificando el condado.
Conan tuvo que hacer frente a varias revueltas nobiliarias en sus territorios, posiblemente auspiciadas por Inglaterra.
Conan IV es generalmente descrito en la historiografía como un débil gobernante, que no pudo proteger el ducado en contra del poderoso rey angevin,[3] aunque el historiador Eric Borgnis-Desbordes recientemente matizó esta opinión.